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La ciencia del comportamiento

Foto del escritor: Andrea CastellĆ³n S.Andrea CastellĆ³n S.

Saludos lectores


No me canso de agradecerles por su apoyo y confianza, he recibido en los Ćŗltimos dĆ­as consultas de ustedes por correo y a travĆ©s de la pĆ”gina y de verdad me motiva mucho para seguir adelante. En esta ocasiĆ³n Ā seguirĆ© haciendo menciĆ³n a parte de la investigaciĆ³n realizada sobre el tema del perfilamiento criminal, como indiquĆ© en mi artĆ­culo de La TĆ©cnica del Perfil Criminal en Costa Rica.


Desde los inicios de la criminologĆ­a como ciencia, el perfilamiento criminal ha estado presente, los estudios lombrosianos y aportes de la escuela positiva de la Ć©poca a travĆ©s de los postulados en el Tratado antropolĆ³gico experimental del hombre delincuente, intentaban probar que era posible identificar a los delincuentes a partir de sus caracterĆ­sticas morfolĆ³gicas.

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Como tal, la tĆ©cnica del perfil criminal surgiĆ³ en los aƱos de 1880 a raĆ­z de la investigaciĆ³n del conocido asesino serial Jack el destripador. Las vĆ­ctimas de este asesino fueron examinadas por dos mĆ©dicos policiales de la Ć©poca, George Phillips y Thomas Bond. Phillips fue el encargado de la autopsia a las cinco vĆ­ctimas atribuidas a este homicida, el cual desarrollĆ³ una tĆ©cnica llamada modelo-herida que consistĆ­a en un anĆ”lisis ā€œbasado en la relaciĆ³n que existe entre las heridas que sufre la vĆ­ctima y su agresorā€ (Ramirez, s.f.) y de esta forma ā€œbuscĆ³ la intencionalidad psicolĆ³gica de los actos del siniestro personaje reflejados en las lesiones causadas a las vĆ­ctimasā€ (Otin del Castillo, p. 152, 2010).


Por su lado, Bond tambiĆ©n realizĆ³ un anĆ”lisis de las vĆ­ctimas de Jack, fue consultor de las autoridades y proporcionĆ³ una evaluaciĆ³n con detalles entorno al destripador. En su anĆ”lisis ā€œinfiriĆ³ā€ que el agresor padeciĆ³ una condiciĆ³n conocida como satiriasis-excesiva e incontrolable del deseo sexual (ā€¦) manifestĆ³ dudas sobre la especulaciĆ³n anterior que el agresor era un cirujano o carnicero debido a lo habilidoso en el uso del arma elegidaā€ (Velasco, 2013).

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Muchos aƱos despuĆ©s se comienza a desarrollar la tĆ©cnica gracias al trabajo realizado por el psiquiatra James A. Brussel, quien elaborĆ³ estudios sobre los ofensores desconocidos a partir de su comportamiento en las escenas del crimen y comparĆ”ndolas con los comportamientos de pacientes atendidos a travĆ©s de su experiencia profesional (Turvey, 2008, p. 32). Sus aportes fueron de mucho valor para la investigaciĆ³n del terrorista apodado Mad Bomber quien ā€œsembrĆ³ el terror en Nueva York mediante la colocaciĆ³n de artefactos explosivos en lugares pĆŗblicosā€ (OtĆ­n del Castillo, p. 152, 2010) durante los aƱos de 1940-1957. Brussel realizĆ³ el siguiente perfil:

Es un hombre. Paranoico. De mediana edad; de 40 a 50 aƱos, introvertido. De constituciĆ³n bien proporcionada. Es soltero, es un solitario, quizĆ”s vive con una mujer mayor, pariente suya. Es alguien muy pulcro, aseado, de afectado apurado. No estĆ” interesado en las mujeres. De buena educaciĆ³n pero de extracciĆ³n extranjera. Es un mecĆ”nico habilidoso, cuidadoso con las herramientas. Es Eslavo. Religioso. Si es criticado en el trabajo, puede ser violento. Se siente superior a lo que le critican. El resentimiento sigue en aumento (ā€¦) (citado por Garrido, 2009, p. 29)

El Ć©xito de la tĆ©cnica en este caso, llevĆ³ a los investigadores a recurrir de nuevo a ella en el caso del Estrangulador de Boston, quien llegĆ³ a cometer once asesinatos cometidos durante los aƱos de 1963 y 1964, lo que obligĆ³ a crear un comitĆ© investigador donde figuraba nuevamente Brussel. Sin embargo, los resultados en esta investigaciĆ³n no fueron sĆ³lidos ni tuvieron Ć©xito en la investigaciĆ³n debido a ciertas inconsistencias entre los informes derivados de este comitĆ©. Albert de Salvo fue identificado finalmente como el homicida a raĆ­z de su confesiĆ³n a un compaƱero de celda ya que se encontraba cumpliendo condena por otros delitos de agresiĆ³n sexual.


En 1972 que se comienza a utilizar paulatinamente dentro del F.B.I donde surgen figuras como las de Howard Teten, Robert Ressler, Pat Mullay, Robert Hazelwood y John Douglas. En 1978, un grupo de agentes federales crean el Proyecto de investigaciĆ³n de la personalidad criminal en el que realizan muchas entrevistas a asesinos encarcelados con el fin de obtener informaciĆ³n valiosa que fuese de utilidad a la hora de investigar delitos sexuales, es a raĆ­z de estos conocimientos adquiridos y de la utilidad de los mismos en mĆŗltiples casos que se crea, a inicios de la dĆ©cada de los ochenta, la Unidad de Ciencias del Comportamiento dentro del FBI y junto a ella el desarrollo de un completo programa informĆ”tico llamado VICAP (Programa de detenciĆ³n de criminales violentos).


El auge de esta tĆ©cnica comenzĆ³ a expandirse y pronto otras figuras comenzaron a surgir paralelamente en otros paĆ­ses como en el Reino Unido, cuando se ā€œempieza a trabajar con tĆ©cnicas informĆ”ticas para identificar perfiles delincuencialesā€ (Avellaneda, Moncada y otros, sf) en el aƱo 1993. La policĆ­a hizo uso de la tecnologĆ­a para identificar una serie de robos caseros y aƱos mĆ”s tarde, en 1998, surge el caso del violador y asesino en serie, John Duffy, apodado El asesino del ferrocarril donde se evidenciĆ³ la utilidad de la tĆ©cnica del perfil criminal, el perfil del ofensor fue formulado por un equipo de psicĆ³logos quienes describieron:

Las posibles caracterĆ­sticas fĆ­sicas y comportamentales del agresor, se tomaron las muestras de ADN de sangre y semen (ā€¦) obteniendo que correspondĆ­an a Duffy y finalmente, su domicilio quedaba en el Ć”rea que el equipo de psicĆ³logos habĆ­a seƱalado en el perfil (Tapias, Avellaneda y otros, sf).

Uno de los profesionales encargados de este equipo fue el profesor inglĆ©s David Canter, quien aplicĆ³ su conocimiento en la psicologĆ­a del ofensor. Canter es ademĆ”s, fundador y director del International Academy for Investigative Psychology, una academia profesional para investigaciones sobre la aplicaciĆ³n de la ciencia social a los procesos legales e investigativos. (David Canter, 2014).


Referencias bibliogrƔficas:


Avellaneda, Luisa; Moncada, Melissa; PĆ©rez, Irma; SaldaƱa, Angela. (s.f.). ElaboraciĆ³n de perfiles criminales desconocidos con base en la escena del crimen. Recuperado el 16 de Agosto de 2014, de http://psicologiajuridica.org/psj7.html

Canter, David. (s.f.). David Canter: Professional History. Recuperado el 14 de Marzo de 2014, de http://www.davidcanter.com/biography/professional-history/

Garrido, Vicente; LĆ³pez, Patricia. (2006). El Rastro del Asesino (II ed.) 2009. Barcelona, EspaƱa: Ariel S.A.

OtĆ­n del Castillo, Jose M. (2009). PsicologĆ­a criminal: tĆ©cnicas aplicadas de intervenciĆ³n e investigaciĆ³n policial (I ed). Valladolid, EspaƱa: Lex Nova.

RamĆ­rez, CĆ©sar. (s.f.). El perfil criminologico del delincuente informatico. Recuperado el 26 de Marzo de 2014, de http://www.derecho.usmp.edu.pe/centro_inv_criminologica/revista/articulos_revista/2013/Articulo_Prof_Cesar_Ramirez_Luna.pdf

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