Saludos lectores
Me complace poder escribirles a título personal desde la transformación de la página a Perspectiva Criminológica, en esta sección seguiré compartiendo con ustedes artículos de opinión personal como ha sido usual desde el 2013.
En días recientes dos hechos llamaron mi atención, uno sucedió acá en Costa Rica cuando dos bombas tipo molotov fueron lanzadas contra el Ministerio de Hacienda, y el otro ocurrió en México, cuando dos granadas de fragmentación fueron lanzadas contra las instalaciones del Consulado de EEUU en Guadalajara. Afortunadamente en ambos hechos no se reportaron heridos ni víctimas mortales, y los daños a la infraestructura fueron mínimos.
Aunque en nuestro país las bombas molotov suelen ser usadas por la delincuencia común con fines de vandalismo y disturbios, si llama la atención la nota que fue encontrada en el lugar del hecho y que las autoridades afirman, tienen relación con lo ocurrido. En dicha nota se puede leer un mensaje de índole político, y que según declaraciones del Ministro de Seguridad, se trata de un acto que tiene una intención de amenaza solapada en contra del plan fiscal, y que la, o las personas responsables, presentan rasgos psicopáticos:
La nota está redactada en plural, hace alusión al tema del plan fiscal con una amenaza solapada sobre lo que no van a permitir (…) tiene una intención intimidatoria y probablemente la persona que lo escribió, cuando ustedes publiquen estas notas, va a sentir satisfacción con la publicidad que se le está dando Michael Soto, Ministro de Seguridad.
Por su parte, las autoridades mexicanas se encuentran investigando el aparente ataque con granadas de fragmentación ocurrido durante la madrugada del sábado 01 de diciembre (previo al Traspaso de Poderes en ese país) contra el consulado de los Estados Unidos. El atentado, se presume pudo ser perpetrado por el Cartel de Jalisco, lo anterior debido a un video que circuló en días anteriores de un supuesto miembro que indicó tener instrucciones de colocar una bomba en la embajada estadounidense si no cesaba la investigación contra el líder de esa agrupación, Nemesio Oseguera.
Si bien ambos eventos tienen motivaciones y métodos de operar distintos, los caracteriza el uso de artefactos explosivos como arma de ataque e intimidación, estos medios son frecuentemente usados en actos terroristas, crímenes de odio o personas con algún tipo de trastorno, como una medida de presión ante una causa ideológica, sea esta política, religiosa o social, y la historia cuenta con tristes episodios que recuerdan la importancia de estar alertas ante este tipo de amenazas.
Al menos en Costa Rica, los ciudadanos carecen de una cultura preventiva, y ante la ausencia (afortunadamente) de ataques terroristas o de odio masivos, como ha ocurrido en otros países, se vive en una falsa seguridad en la que una situación así no se considera que llegue a ocurrir, y la sola mención de la idea hace a las personas creer que es exagerado pensar en un plan preventivo. Esta es la razón por la que pocas veces se habla de protocolos de actuación ante ataques explosivos, y son pocas las personas que podrían decir exactamente qué hacer en una situación así.
Pero lo cierto es que es necesario hablar del tema, y las personas, incluso empresas, deben tomarse en serio el asunto y prepararse para enfrentar situaciones potencialmente riesgosas y dar alerta a las autoridades cuando sea el caso. Algunos detalles pueden ayudarnos a identificar conductas o movimientos sospechosos, como encontrar bolsos, maletines o cajas aparentemente olvidadas, personas usando prendas excesivas (ejemplo, abrigo abultado en un día caluroso), personas nerviosas, haciendo fotos, videos o anotaciones inusuales de su entorno o vehículos descuidados por mucho tiempo y mal estacionados.
También son importantes las medidas de seguridad que deben adoptarse, como no manipular o tocar el objeto sospechoso ni usar dispositivos electrónicos cerca que puedan activar una posible detonación, alejarse del sitio con calma avisando a las personas cercanas y a las autoridades, y buscar un lugar seguro donde resguardarse en caso de una eventual explosión.
En materia preventiva los costarricenses tenemos un gran reto, este es solo un ejemplo, de muchas otras situaciones críticas a las que podemos estar expuestos, como podría ser un evento de tirador activo, estar preparados para cada una de ellas es vital, podría salvar vidas, incluida la suya. Dejo un par de videos en inglés (activar los subtítulos en la configuración de YouTube) sobre cómo actuar o detectar una posible amenaza explosiva.
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